Una hernia es una afección en la que un órgano o tejido se empuja a través de una abertura o debilidad en la pared muscular que lo rodea. Las hernias pueden ocurrir en diferentes partes del cuerpo, pero son más comunes en el ombligo y la ingle.

La cirugía de hernia en niños se realiza bajo anestesia general. El cirujano hace una pequeña incisión en el área afectada y vuelve a colocar el órgano o tejido en su lugar. Luego, se cierra la abertura en la pared muscular con suturas o malla quirúrgica.

El tiempo de recuperación después de la cirugía de hernia en niños varía según la edad del paciente y el tipo de procedimiento realizado. Sin embargo, en general, los niños pueden regresar a la escuela o a sus actividades normales después de unos días o semanas después del procedimiento

La cirugía de hernia en niños es un procedimiento seguro y efectivo, pero como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos asociados. Algunos de los riesgos comunes incluyen infección, sangrado y reacción a la anestesia. Es importante hablar con el cirujano pediátrico sobre los riesgos específicos y las precauciones antes del procedimiento.

Antes del procedimiento, es importante hablar con el cirujano pediátrico sobre cualquier medicamento que su hijo esté tomando y cualquier afección médica que pueda afectar el procedimiento. También se debe asegurar que el niño no coma ni beba nada después de la medianoche del día anterior a la cirugía. Además, es importante tranquilizar y apoyar emocionalmente a su hijo antes y después del procedimiento.

Los niños pueden sentir un poco de dolor después de la cirugía de hernia, pero el cirujano pediátrico puede recetar analgésicos para ayudar a controlar el dolor. Es importante seguir las instrucciones del médico sobre cómo manejar el dolor después del procedimiento.